Llegada de la joven
Las lenguas no tienen vergüenza
Miskine paureta
Algunas lenguas, elevadas por la poesía,
acaban estando por encima de las demás,
como si fuera mérito propio.
Algunos querrían tener la lengua más arriba que la boca
En el juego del poder, lanzan las lenguas como en la petanca
La que se pegue al boliche
se convertirá en la madre de las armas y de las leyes
En el juego del poder, las lenguas sin poemas se quedan en un rincón
En el juego de la actuación, algunas lenguas creen haber olvidado el traje de noche
Pero es que las lenguas no tienen cara
Giran y giran al ritmo de los barrios
La lengua se encanalla o se mima
Cada lengua tiene su paladar
Un día, la joven del cabello de fuego
decidió llevarse los poemas en todas las lenguas conocidas
a los labios
antes de abordar las lenguas desconocidas
Los portadores de la lengua de los bajos fondos pusieron mala cara
al escucharse con tanta incandescencia.
Con indecencia, con esencia e incluso con coherencia.
Para que los poemas colaran
la joven del cabello de oro
lo cantó
Canción de la joven del cabello negro quemado de amor.