Nos están robando el feminismo
Chocamos de modo constante
contra muros inderrocables
restallantes de miedo y fobia
de impasibles accesos grisáceos.
Senderos de plomo y orilla
que ofrecen almendras amargas,
grotescos tallos mal podados
donde nunca toca el sol,
y en ellos engendran la vida.
La manada cabalga a trote
entre ríos de semen y vídeos.
Nos estan robando el feminismo.
Nos lo estan robando.
Ana, si levantaras cabeza,
alzarías huracanes y truenos
reencarnarías a Agripina.
serías Leviatán y venganza.
Pero sigamos capitalizando a la gata
sigamos vistiendo por manos pequeñas
sigamos hundiendo la tierra en petroleo
sigamos bailando la vida en apaños
A veces cuando extiendo la vista
la mano se tensa y supura la tinta
un abismo sin retorno ni fondo
en esta afta infectada y caída.
Somos para la naturaleza
un vaivén de gota a gota
que deshiela el parietal,
una cerilla apagándose en vertical
en medio de la Antártida.
Somos para la humanidad, para la tierra
lo que una bala al penetrar la cabeza